Esta propuesta de sistema y formulación que denomino REEP, supone anticiparse a una necesidad futura, de modo, que las empresas puedan implementar un modelo de fidelización con clientes, sobre la base de la eficiencia y relación calidad/coste/precio, estableciendo las bases de un comercio social justo, pues no parece razonable, que los consumidores sean los grandes ausentes en participar en los beneficios económicos que generan por sus actos de compra, conformándose solo con la satisfacción de cuanto compran y consumen, siendo quienes realizan el mayor esfuerzo económico.
Las posibilidades de este sistema son tan amplias como queramos promover, siendo un medio eficaz para alcanzar un fin ideal de economía sostenida y en equilibrio con la naturaleza, facilitando la plena ocupación, asegurando el futuro de los ciudadanos mediante la combinación de la ocupación productiva, social y formativa.
Sería deseable, que se establecieran integrar como fuentes monetaria de financiación y ahorro de los ciudadanos, los salarios y los actos de compra consumo, de modo que financie el sistema productivo, dispersando las fuentes de financiación y actual concentración del crédito y costes, de modo que facilite salir de la situación de crisis económica en la que estamos.
Es fundamental terminar con el actual dumping social que está agravando la crisis y estabilidad social, poniendo en peligro el progreso y bienestar de la Humanidad que es lo esencial.
Se necesita en primer lugar, incrementar los salarios de forma homologable en todos los países sobre una base y baremo según capacidades y medios, reteniendo en origen un por ciento del salario para destinarlo como financiación y ahorro a futuro a coste 0, que por medio de un banco público serviría para canalizar financiar el sistema productivo y las necesidades sociales homologables.
La segunda, que en las localizaciones de consumo, similar a como en los salarios, se destine un por ciento en los precios que pagamos de cuanto consumimos los consumidores para destinarlo como financiación y ahorro a futuro a coste 0, que igualmente por medio del sistema bancario serviría para financiar el sistema productivo.
Con este procedimiento de financiación de origen y fin se conseguirían varias finalidades importantes: 1) reducir la deslocalización y dumping por competencia por costes de mano de obra y prestaciones sociales; 2) financiar las necesidades del sistema productivo de una manera más racional a coste cercano a 0; 3) Asegurar el flujo dinerario del sistema productivo en origen y destino. 4) Homologar los servicios y prestaciones sociales. 5) Generar empleo y consumo equilibrado.
Siendo que los trabajadores formamos parte esencial de cuanto necesitamos los consumidores para atender nuestras necesidades, al igual que los consumidores somos los que pagamos el importe final y hacemos el mayor esfuerzo pagando el último y mayor precio, parece razonable que estas fuentes sean quienes mayormente suministren y financien monetariamente el sistema productivo en origen y fin.
Naturalmente, estas aportaciones monetarias al sistema productivo por los trabajadores y consumidores, participarían en los beneficios que generan según su esfuerzo económico por su trabajo y por sus actos de compra-consumo en las empresas e industrias.
Esto es esencial para la Humanidad, porque sin independencia y libertad económica, no puede haber progreso y bienestar para los seres humanos.
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