Estimado José, como siempre, expones en tu post: SITUACIÓN
ECONÓMICA DICIEMBRE 2011: ¿futuro
de la eurozona?, una magnífica y excelente radiografía
del escenario económico presente. Ya sabes mi pensamiento: “En cualquier asunto que
tratemos por amplio y complejo que se sea, muy pocas cuestiones son esenciales,
algunas pocas más son importantes y, la inmensa mayoría son accesorias o
irrelevantes”.
Entre otros, me decía
Juan Urrutia hace 3 años: “Ya es posible que las ganancias de unos no supongan
la ruina de nadie”. Yo le contesté: Ciertamente es posible progresar todos juntos, siempre que quienes están en posición de decidir y
actuar con mejor conocimiento y medios, elijan libremente compartirlo con
quienes estén en inferioridad de condiciones.
Como
sucede casi siempre, es relativamente fácil dilucidar a la vista de cualquier
suceso, pero el caso y la dificultad siempre es, saber cómo anticiparse y tener
visión de futuro.
La
experiencia y los hechos pasados solo sirven como mera referencia estadística,
que en algunos casos, pueden ser de utilidad y aplicación práctica, cuando se
conoce la actuación de la mayor parte de los ingredientes y estos pueden ser
controlados, modificados y medibles en cuanto a sus variables y resultado.
A priori, es muy difícil anticipar y establecer a futuro cuanto queramos de
cualquier situación, por desconocimiento en el tiempo de la concurrencia de
toda una serie de factores de las diferentes acciones humanas, la caducidad
implícita, el aporte de la innovación, la evolución del progreso, el
conocimiento y la interactuación de los ingredientes.
Un
principio esencial sería, que nunca sea de aplicación legítima la posición de
dominio de decidir y actuar con mayor conocimiento y medios con ventaja para
nadie, subsanando y resarciendo en el tiempo la ventaja o el perjuicio que se
pueda producir. Esta regla de oro Universal, si la intención y confianza están
a salvo de cualquier duda, facilitaría que las diferencias que se puedan producir
en el tiempo por cualquier causa, se puedan subsanar y resarcir de facto con un
procedimiento flexible en equilibrio y justicia, en base a una ética, un código de buenas prácticas
y la plena asunción de responsabilidad de las partes, siendo la esencia necesaria
para el progreso de la humanidad sin ventajas para nadie.
Ciertamente
progresar todos juntos sí es posible. Es
fundamental que los gobernantes y dirigentes acuerden cuanto se necesario, con
el respaldo de los ciudadanos y el procedimiento que mejor proceda, priorizar
las necesidades reales de los ciudadanos y el sistema productivo a medio plazo,
evitando la incertidumbre en atender las necesidades básicas esenciales de
subsistencia de los ciudadanos. Cualquier acuerdo, siempre está implícitamente
predestinados al fracaso, si una de las partes sale mínimamente perjudicada en
el tiempo, quedando en inferioridad de condiciones.
No
parece buena idea y remedio que el BCE preste al FMI para que este lo preste a
los Estados europeos en dificultades, sorteando así el monopolio y las
dificultades de los banqueros por las graves carencias en la formulación del
sistema que son una de las causas de la crisis económica.
Resulta
un abuso de posición de dominio insostenible e ilegítimo, que los estados
europeos y del mundo en general, se tengan que endeudar con la banca privada pagando
intereses por la emisión de su propio dinero que es el de los ciudadanos. En la
UE, el apartado 21.1 del artículo 123 del Tratado de Funcionamiento de la Unión
Europea, impide a los Estados financiarse directamente con la emisión de su propio
dinero que es el de todos los ciudadanos, sino es a través de la banca privada
pagando intereses.
No es
razonable que los Estados, como organización de equilibrio y punto de encuentro
de los intereses de todos, beneficien a nadie en perjuicio de la inmensa
mayoría, asegurándoles además Constitucionalmente, los beneficios y el cobro
preferente a la industria bancaria su negocio privado.
Bien
puede parecer, que la industria bancaria se reserve en exclusiva financiar la
actividades privadas en general, siempre que se impida el monopolio, con leyes
que eviten su quiebra y la distorsión de los mercados y los precios,
garantizando evitar la imposición de dominio de su mayor conocimiento y medios
a los ciudadanos consumidores en cuanto a sus necesidades financieras.
Así, si
queremos resolver los graves problemas de la crisis económica Europea y del
mundo, los gobernantes y dirigentes, deberían empezar por abolir el apartado
21.1 del artículo 123 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que
impide a los Estados financiarse directamente a coste 0 con la emisión de su
propio dinero. También hay que instar leyes y normas para penalizar a
que quienes estando en posición de decidir y actuar con el mejor conocimiento y
medios perjudiquen a la inmensa mayoría o a quien sea.
Seguido se
deben de reagrupar todas las deudas actuales y aplazar su amortización en el
tiempo que sea necesario, de modo que se puedan amortizar flexiblemente con los
beneficios y excedentes que se generen con los nuevos recursos monetarios y la real
recuperación económica. Después por ejemplo, para restablecer el crédito y el
sistema productivo que el BCE, deposite en las cuentas bancarias de todos los
ciudadanos el equivalente a digamos 50.000 euros, con disposiciones
mensualmente por importe máximo de 1.000 euros para quienes tengan ingresos
inferiores a 15.000 euros anuales. Luego podemos seguir con todo lo demás
asuntos de afianzar y unificar la Democracia, la política, Fiscalidad, Legislación
Laboral, prestaciones y servicios sociales, distribución y límites de las
rentas y los beneficios, precios, y, todo lo demás, sin ventajas para nadie en
el orden, prioridad y preferencia que queramos.
Hay que
decirlo de una vez, alto y claro: Sin nuevos recursos monetarios para activar la
economía y el sistema productivo para que generen excedentes y beneficios, no
se pueden pagar las deudas. Es cuestión de matemáticas, además de ética y
solidaridad, no de la falsa economía impuesta mediante la dictadura del dinero que
se aplica por los economistas sectarios y los gobernantes para el beneficio de
una minoría.
Un
gran saludo,
Juan
Bernardo Montesinos